Primero que nada, hay que ver si la presión está realmente elevada o es un error en la toma, después hay que verificar la fiabilidad del dispositivo con el que se está tomando, si es un aparato electrónico de muñeca, se prefiere que mejor se haga con uno de brazo, ya sea electrónico o manual con el aparato tradicional. Se sugiere hacer una segunda toma 20-30 minutos después en reposo, y revalorar. Puede ser que solo haya sido estrés o alguna otra causa que haya elevado la presión en forma transitoria, como una preocupación, algún enojo o actividad física. Si permanece elevada, hay que ver la causa. ¿Está tomando bien el medicamento? ¿Tomó algo que le haya elevado la presión como cafeína extra, bebidas energizantes, mucha sal, está en síndrome de abstinencia al alcohol o de alguna droga?
Será importante descartar situaciones de urgencias relacionadas a hipertensión, tales como:
–Enfermedad vascular cerebral (ya sea hemorragia cerebral o infarto cerebral): perder fuerza o sensibilidad de medio cuerpo o de una extremidad, desorientación, incapacidad para hablar, asimetría de la cara.
–Insuficiencia cardiaca: dificultad para respirar, incapacidad para acostarse por falta de aire, sudoración profusa o tos con flemas de color salmón.
–Infarto de miocardio (Infarto al corazón): dolor u opresión en el pecho, acompañado de desesperación, falta de aire, inquietud, sudoración profusa de más de 20 minutos de duración.
Cualquiera de los síntomas anteriores es una urgencia y debe ser atendida en el hospital, no en consultorios de similares, ni clínicas periféricas, ni unidades de Medicina Familiar. Si no se presenta alguno de estos, el descontrol se puede manejar en consultorio con medicamentos tomados con ajuste gradual. Los medicamentos que se hacen polvo por para ponerse bajo la lengua funcionan igual que los tomados.
Lo mejor es que la presión se baje en los siguientes días con ajuste gradual, ya que es peligroso normalizar la presión en menos de 24 horas.
No es necesario hospitalizar por hipertensión arterial si no hay daño en algún órgano como en los casos anteriores.
Si tiene una duda sobre su presión arterial, o sobre su tratamiento, no dude en contactar a su médico de cabecera.