La pirámide poblacional ha cambiado. Lo que antes en su mayoría era la población infantil y joven, ha ido en decremento, y los grupos de personas mayores a 60 años han ido en aumento. La expectativa de vida de la llamada tercera edad está en incremento, debido al progreso en la medicina y en los cuidados para estas personas.
Sin embargo, esto nos ha llevado a nuevos retos en la Medicina y con más razón en la Cardiología. Si recordamos que la principal causa de muerte y enfermedades en Sonora, México y el mundo, son las enfermedades cardiovasculares, nos ha dado el reto de tratar a estas enfermedades en pacientes mayores, e ir comprendiendo el proceso de envejecimiento del corazón y todo el sistema cardiovascular. Lo que antes no nos atrevíamos a tratar o realizar en pacientes mayores, ahora lo hemos hecho conforme han avanzado los estudios y las tecnologías de soporte para estos procedimientos.
Empecemos por las enfermedades relacionadas a la ateroesclerosis, es decir, la obstrucción de las arterias por placas de calcio y colesterol que impiden el paso de la sangre a través de estas arterias. El principal factor de riesgo para este proceso es la edad, ya que está demostrado que a partir de los 65 años el riesgo aumenta considerablemente. Esto aunado a los otros factores de riesgo (diabetes, hipertensión, tabaquismo, colesterol elevado) nos recuerda que cualquier síntoma que sugiera enfermedad cardiovascular, hay que investigarlo. Si nos enfocamos en las arterias coronarias (las que irrigan y nutren al corazón), tenemos que pensar en que los síntomas de dolor en el pecho, falta de aire o fatiga al esfuerzo, sudoración fría en forma súbita acompañada de angustia y/o falta de aire, nos hace pensar en la posibilidad de un infarto o angina de pecho. Es muy frecuente que los síntomas de las enfermedades cardiovasculares, sobre todo las agudas como el infarto de miocardio, la angina inestable, sean algo confusos o inespecíficos. No debemos menospreciar un dolor en la boca del estómago, un dolor en la mandíbula y brazos, relacionados a angustia, a veces con náuseas y muy frecuentemente con palidez. Por eso se insiste en tomar un Electrocardiograma a cualquier paciente de la tercera edad con una sospecha.
Otro problema muy frecuente, son los trastornos del ritmo cardiaco. Es muy común que el sistema eléctrico del corazón se degenere y aparezcan ritmos cardiacos lentos o pausas en el mismo. El síntoma más frecuente es el síncope o presíncope (desmayo o sensación de que se va a desmayar), debido a la falta de riego sanguíneo cerebral por el ritmo lento del corazón. Estos pacientes se deben de estudiar con electrocardiograma y monitoreo Holter de 24 horas. La otra posibilidad de arritmias son latidos anormales (extrasístoles). La fibrilación atrial es la arritmia que predomina sobre todas las demás, en la que se pierde el ritmo normal del corazón y se vuelve “arrítmico”, con pulso irregular, sensación de palpitaciones y acompañado ocasionalmente de fatiga. Esta arritmia si no se da tratamiento adecuado produce embolias por infarto cerebral y aumento del tamaño del corazón y falla cardiaca.
Finalmente, las enfermedades valvulares son otra causa frecuente de consulta de Cardiología. Con la edad las válvulas se calcifican y pueden endurecerse y fallar tanto con obstrucción (estenosis) o insuficiencia. Esto se detecta al escuchar el corazón y detectar un soplo. Esto lo puede detectar cualquier medico con el estetoscopio, pero para el diagnóstico preciso se requiere un Ecocardiograma (ultrasonido del corazón). Los síntomas de estas enfermedades son falta de aire, fatiga de esfuerzo, falla del corazón, y en casos graves síncope. Es muy importante que todos los pacientes que sean valorados por un médico se les escuche el corazón con la intención de detectar estos problemas.
Con los avances actuales, los tratamientos ya están al alcance de los pacientes de la tercera edad, y es posible llevar a cirugía y otros procedimientos cardiovasculares a estos pacientes con menos riesgo que hace 10 años, mejorando su pronóstico y calidad de vida. Es por eso que la cardiología ha estado muy enfocada en este grupo de pacientes, con el propósito de atenderles como merecen, y darles años de vida, pero de calidad.