Se fue el 2018, en todo el año me propuse cuidarme, pero lo cumplí a medias. No fue suficiente con saber de las personas de mi edad, o gente mayor que pasaron por alguna enfermedad de corazón, o del amigo cercano que sufrió la pérdida de un familiar cercano por un infarto o que terminó en un procedimiento quirúrgico.
Este 2019 sí tengo que poner atención a mi corazón, y voy a hacer lo posible por disminuir el riesgo de que mi familia o yo tenga una enfermedad así. Vamos a ver, ¿fumo? Si no lo hago, evitaré la exposición a humo de cigarro. Pero si fumo, no hay otra opción más que dejarlo, porque quien fuma tiene 5 veces más riesgo de tener un infarto que quien no fuma. Voy a hacerme un chequeo, y voy a revisar mi colesterol total. También me haré estudios para revisar mi glucosa, un examen de orina y hasta de la presión arterial.
Otra cosa, ¿cómo ando con mi peso? Ya no voy a poner pretextos y voy a hacer por lo menos 30 minutos diarios de ejercicio aeróbico: caminar, correr, nadar, bicicleta, baile, en fin, tengo muchas opciones. Mi alimentación la voy a ir cambiando poco a poco: más verduras frescas, sin cocer, en ensaladas y menos carnes y grasas. Voy a reducir la cantidad de azucares en forma de harinas, galletas, pasteles, refrescos, ya sé que es lo que me hace daño.
Este 2019 sí me voy a cuidar, porque prefiero una consulta preventiva que tener un infarto. Y lo voy a hacer sin pretextos, ya es tiempo de cuidarme y que ponga mi salud en mis manos. ¡Este 2019 sí cuido mi corazón!