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Cáncer y el corazón

Cuando se trata de cáncer, hay varias situaciones en las que el corazón se ve involucrado. A continuación se expondrán diferentes escenarios donde los cardiólogos y oncólogos se tienen que poner de acuerdo para la atención de estos problemas:

Los tumores malignos en el corazón son muy raros. Es más frecuente que sean extensiones de otros tumores fuera del corazón que se han alojado y crecido dentro del corazón. La tumoración dentro del corazón más frecuente es el Mixoma Atrial, que es un tumor benigno que crece dentro de la aurícula. Este tipo de tumoración se debe de extraer por cirugía a corazón abierto, y tiene muy buen pronóstico. Los síntomas de los tumores dentro del corazón, son muy parecidos a los de cualquier enfermedad cardiaca: mareos, palpitaciones, desmayo, pérdida de peso. El estudio para hacer el diagnóstico rápido y fácil es el Ecocardiograma y la tomografía de tórax.

Cuando hay malignidad en regiones cercanas al corazón, pueden provocar inflamación de la capa que cubre al corazón y la cavidad que lo aloja, a esto se le llama Pericardio. El inflamarse por infiltración tumoral puede producir líquido pericárdico en exceso, y llenarlo hasta comprimir el corazón. Los signos y síntomas son falta de aire, fatiga de pequeños esfuerzos, taquicardia, presión baja, mareo, hinchazón de abdomen y piernas. El diagnóstico se hace rápidamente de nuevo con Ecocardiograma, o con tomografía de tórax. El tratamiento es el drenar cuanto antes el exceso de líquido pericárdico por punción o por cirugía.


¿Por qué ha crecido la relación de Cardiología y Oncología?

Si bien es cierto que los tumores no son frecuentes en el corazón, sigue en aumento la incidencia de cáncer en la población, las herramientas para su tratamiento y diagnóstico oportuno también han ido a la par, y se ha descubierto que muchos medicamentos y la radioterapia pueden provocar efectos secundarios sobre la función cardiaca o en el pericardio. La radioterapia a dosis elevadas en ciertos pacientes puede producir endurecimiento del pericardio, y llevando a derrame pericárdico y pericarditis constrictiva.

Hay que recordar que los pacientes no son solo cáncer o solo corazón. Un paciente con enfermedades cardiacas previas puede requerir algún tratamiento o cirugía en la que se necesite una valoración preoperatoria cardiovascular, o que durante el tratamiento sufra de un evento cardiovascular y se tenga que hacer un procedimiento urgente para salvar la vida.

La relación entre las dos especialidades se tiene que estrechar por el bien del paciente. Es así como la Cardio-oncología ha crecido en los últimos años, y buscamos cómo evitar el daño cardiaco por medicamentos y radiación, diagnosticar a tiempo las complicaciones, atender oportunamente a los cardiópatas con cáncer y a los pacientes con cáncer que se enferman del corazón.

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