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Una tercera parte de la población adulta en México, tiene presión alta

La hipertensión arterial, también conocido como: “presión alta”, es un síndrome cardiovascular progresivo, complejo y multifactorial, que origina cambios funcionales y estructurales cardiacos, vasculares y renales. Esto quiere decir que no se trata solo de un número elevado, sino que es una enfermedad crónica, que produce cambios negativos en los principales órganos del cuerpo.

La tensión arterial debe de tomarse en reposo, sentado, con 5 minutos de descanso, como mínimo, antes de la medición. La importancia de detectar la hipertensión arterial, radica en las complicaciones que produce a largo plazo. Se considera actualmente que es el principal factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares.

Produce daños en varios órganos:

  • En el cerebro, por ejemplo: enfermedad cerebrovascular (infartos, embolias y hemorragias cerebrales).
  • Demencia y ateroesclerosis de las arterias carótidas.
  • En el riñón, produce insuficiencia renal.
  • En el ojo, produce daño en la retina, ceguera, edema del disco óptico.
  • Finalmente, en el corazón produce infarto, crecimiento del corazón, insuficiencia cardiaca, arritmias, hipertrofia del corazón.Las estadísticas señalan que una tercera parte de la población adulta de nuestro país tiene hipertensión arterial. El problema radica en que solo una parte lo sabe, y que de esa parte son pocos los pacientes controlados. En resumen, del total de personas que padece hipertensión arterial, sólo 12.5% es tratada adecuadamente y su presión se mantiene en parámetros normales.

La base del tratamiento, es el saber el riesgo cardiovascular de cada paciente, de acuerdo a sus antecedentes, y si tiene o no daño en algún órgano secundario a la hipertensión. De acuerdo a esto su médico decidirá que tratamiento y a que metas de presión se quiere llegar.

La decisión del medicamento le corresponde al médico tratante, y debe de ser individualizado de acuerdo a las características de cada paciente. Queda claro que lo que le funciona bien a un paciente, no siempre le caerá bien a otro, y en la diversidad de personas hipertensas, está la diversidad de respuestas y efectos secundarios indeseables de cada medicamento. Se tiene que estar atento a molestias relacionadas a los medicamentos, para que sean evaluadas por el médico tratante.

Si el paciente está controlado, no debe de suspender el medicamento. Se tiene la idea que el medicamento solo se debe de tomar cuando la presión está elevada, pero tiene que tomarse siempre que su médico no lo suspenda. Al igual que quienes toman el medicamento solo cuando se sienten mal. Esto hace que las variaciones en la presión sean más dañinas a los vasos sanguíneos, además que, si no hay supervisión de la presión, no se deben de hacer estas suspensiones al tratamiento.

El detectar a tiempo la hipertensión arterial, tratarla en forma adecuada y vigilar las complicaciones reduce los eventos cardiovasculares que pueden dejar secuelas permanentes en la población adulta. Es importante que el paciente sea quien se interese en saber de su enfermedad y hacer equipo con su médico, para obtener el mejor resultado posible.

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